10 abril 2010

Siempre Hay Jamases Qe No Llegan Nunca..

No puedo echarte de menos sin quererte..
pero lo que no puedo es permitirme tanto
daño por la mera incapacidad que tuve y aún tengo de no dejarte en la calle del olvido.
No he sabido, ni sé. Pero sabré. De eso estoy segura.
Aunque no dure mucho
tiempo, aunque podamos volver a encontrarnos dentro de seis años más, aunque el día de mañana el hombre de mi vida tenga un hermano que se llame como tu o aunque...mil cosas más.

Tampoco puedo echarte de menos sin pensar en todo lo que he pasado
por ti.
Seria mentirnos a los dos. Igual que no
olvido la vida de tus ojos y el tacto de tus manos, no olvido tus palabras más frías y tu indiferencia a mi voz.
Es algo que no podría explicar mejor que con una de mis miradas. Las típicas de
decepción, de la pérdida del sabor que te produce saber que dispones de una amistad que vale mucho y te hace ser más feliz que de costumbre. Así me pasó contigo. Nos perdimos, y aunque no supiste verlo (ni lo verás nunca, lo sé) tú también pusiste mucha de tu parte en conseguirlo.
No puedo no echarte en falta sin pensar que tal vez me crucé en tu camino de la peor de las maneras, de
MANERA EQUIVOCADA que es como se fastidian las cosas. Sí, he oído mil veces eso de que de los errores se aprenden, y algunas veces hasta es verdad y el darnos una buena bofetada contra cualquier obstáculo que no preveíamos, nos sienta bien. Es un golpe maestro. Es un arañazo en las carnes más vivas y las pieles más suaves. Es un desgarro en las cuerdas de nuestros cuerpos y una desazón con pena en cada nudo de nuestros huesos, que a veces nos impiden andar hacia el pasado por el simple hecho de no querer recordarlo (aún) más.

No puedo dejar que te eche de menos cuando por sí solo, el
dolor se quiere posicionar con el intercambio de alegrías y afecto en una balanza oxidada. Yo nunca quise medir tu cariño, o tus buenas acciones, o tus palabras, y mucho menos, (muchísimo menos), el daño recibido por ti. Pero no he sabido hacerlo de otra manera, no he sabido espantar ni mis miedos, ni mis pensamientos más realistas, ni esta triste desnudez..

No puedo echarte de menos de momento, pero tampoco puedo arrepentirme de querer conseguirlo. Porque sé que me daría
vida hacerlo.
Y no lo siento. Porque ya, serían demasiadas cosas por sentir..Y tengo a dieta los sentimientos..

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